Una vez más, las redes sociales han lanzado al estrellato un alimento exótico, presentando como una novedad con propiedades nunca vistas, algo que, en realidad, lleva miles de años consumiéndose. En esta ocasión, el "objeto del deseo" es la ashwagandha, una planta medicinal conocida también como ginseng indio que lleva una eternidad utilizándose para aliviar el estrés, la ansiedad y el insomnio.
A grandes rasgos, esas son las tres áreas en las que se enfoca esta planta integrada en la medicina natural con miles de seguidores en las redes sociales. Y eso que, de momento, no existen pruebas científicas concluyentes acerca de sus supuestas bondades para la salud. Cosa que no ha impedido que sea uno de los productos más buscados en la plataforma de comercio electrónico, Amazon.
De la medicina ayurvédica a occidente
Como decíamos, el consumo de ashwagandha no es nada nuevo. De hecho, todo lo contrario. Aunque está viviendo su momento de gloria en las redes sociales del siglo XXI, lo cierto es que esta planta comenzó a utilizarse en la medicina tradicional india (Ayurveda) muchos siglos atrás.
La ashwagandha es un arbusto de hoja perenne que suele denominarse con el término adaptógeno. ¿Qué significa esto? Muy sencillo. Que ayuda al organismo a adaptarse a aquellos cambios que han venido a nuestra vida a estresarnos. De ahí, que uno de sus usos más extendidos sea para reducir el estrés y la ansiedad y recuperar el equilibrio emocional.
Combate el estrés y el insomnio
Teniendo en cuenta que dos de los grandes problemas de salud de nuestro tiempo son el estrés y el insomnio, es fácil de entender cómo el consumo de una hierba que promete un importante alivio de los síntomas del estrés y una mejora sustancial de la calidad del sueño, esté teniendo tan buena acogida. Un éxito reforzado por la intensa difusión que muchos influencers están haciendo acerca de sus propiedades. Y es que, la planta en cuestión, cuenta con dos argumentos "de venta" infalibles: por un lado, soluciona un problema de salud mental que tiene mucha gente; y por otro, es un producto natural.
Además de dar respuesta a un trastorno como el estrés y la ansiedad, a la ashwagandha se le atribuye la propiedad de reducir la inflamación mediante componentes activos que incluyen alcaloides, lactonas y compuestos esteroideos.
Aunque no hay investigaciones científicas que aporten evidencias suficientes que respalden las propiedades de la ashwagandha, sí existen pequeños estudios que sugieren que la planta puede ayudar a aliviar el estrés. Entre ellos, una revisión de 2021 que recopiló los resultados de siete estudios distintos. Una parte de los 491 participantes tomaron extractos de raíz u hojas de ginseng, y otra, placebo. Los primeros aseguraron notar una disminución significativa del estrés y la ansiedad.
![MUJER DORMIR INSOMNIO](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 990 660"%3E%3C/svg%3E)
Ahora bien, es importante tener presente que solo tenemos en las manos resultados prometedores, pero no concluyentes. Por tanto, su consumo no garantiza los efectos que sus consumidores defienden, y solo sería admisible como complemento dentro de un tratamiento integral para superar el estrés.
Posibles beneficios
A pesar de la falta de evidencia científica, no son pocos los beneficios que sus defensores asocian a la ashwagandha, siendo la mayoría de ellos provocados por su alta concentración de withanolides (esteroides que actúan como antioxidantes). Hemos recogido en el siguiente listado algunos de los más conocidos:
- Aumento del deseo sexual.
- Incremento de la musculatura.
- Mejora de la capacidad de resistencia y de fuerza.
- Reducción de los niveles de colesterol y triglicéridos, disminuyendo los factores de riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el corazón y el metabolismo.
- Disminución de la concentración de azúcar en sangre. Lo cual es especialmente interesante en las personas con diabetes.
- Ayuda a bajar la tensión arterial y mantenerla dentro de los valores saludables.
- Contribuye a la mejora de las funciones del cerebro, como por ejemplo, la memoria, la agilidad mental o la capacidad de aprendizaje.
¿Cómo se toma la ashwagandha?
Aunque lo más habitual es tomarla en cápsulas, también es posible encontrarla en cualquier herbolario en diferentes presentaciones:
- Hojas secas o en polvo para infusión.
- Extractos líquidos.
- Bayas secas o deshidratadas (sin las semillas).
- Raíz seca, troceada o en polvo, para su uso en decocción.
- Extracto de raíz pulverizada.
En cuanto a las dosis, es muy importante consultar a un experto para que determine la dosis más conveniente en cada caso, la cual dependerá de numerosos factores, tanto fisiológicos, como los relacionados con los objetivos que persiguen. En cualquier caso, habitualmente la cantidad se concentra entre los 300 y los 500 mg de extracto de raíz, con una frecuencia de una o dos veces al día.
Para elegir el suplemento más adecuado se recomienda el extracto de planta de tipo full spectrum. Esto quiere decir que cuenta con todas las sustancias bioactivas en su interior, lo que potencia sus propiedades.