Los champiñones son uno de los alimentos estrella para muchas personas que siguen una dieta vegana o vegetariana. Y es que son una deliciosa fuente de proteína vegetal. Ahora bien, eso no significa que sea un alimento exclusivo para las personas que optan por no comer carne, ni mucho menos. Y es que, los champiñones son una extraordinaria fuente de proteína de origen vegetal que apenas aporta calorías.
Partiendo de su incontestable conveniencia en la dieta, no está de más revisar el modo en que se preparan, ya que en muchas ocasiones solemos caer en errores comunes a la hora de lavarlos antes de cocinarlos. Uno de los más frecuentes es ponerlos debajo del grifo, algo que, según parece, puede afectar a su textura y sabor, haciendo que pierda calidad en los dos aspectos.
Las mejores formas de lavarlos
Hay que tener en cuenta que los champiñones crecen en suelo, lo que significa que es fácil que lleguen a la cocina con tierra, y con posibilidades de incluir restos de pesticidas. Por tanto, es esencial eliminar tanto una cosa como la otra, antes de cocinarlos.
Para ello, hemos recopilado tres métodos distintos para limpiarlos. Para los tres necesitarás un cepillo de cerdas suaves, un colador y un cuchillo.
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La forma en que se preparan los champiñones afecta a su textura y sabor.
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limpieza en seco
Básicamente consiste en cepillar los champiñones suavemente para quitar la tierra que todavía pueda quedar. Eso sí, es muy importante hacerlo con delicadeza para evitar que se dañe la superficie de los champiñones, lo cual es fácil que pase.
Después de pasar el cepillo conviene repasar uno a uno los champiñones para asegurarte de que estén limpios, sobre todo, en el caso de que después los vayas a usar como ingrediente en una ensalada o en un salteado.
bajo el chorro de agua fría
Otro de los métodos de limpieza de los champiñones es emplear agua. Ahora bien, se trata de usarla muy rápido. La forma de hacerlo es colocando los champiñones en un colador y poniéndolos debajo del chorro de agua del grifo. La idea es evitar que los champiñones absorban demasiado líquido, así que procura que no pasen mucho tiempo debajo del grifo y, ni mucho menos, dejarlos sumergidos.
Además, es fundamental que después los seques con cuidado hasta que no quede nada de agua. Para ello, nada mejor que usar papel de cocina, dándole unos ligeros golpecitos para eliminar el exceso de agua.
Y cuando están muy sucios...
Como apuntábamos unas líneas más arriba, los champiñones son uno de los alimentos con más posibilidades de que lleguen a la mesa con tierra, ya que crecen en el suelo. Normalmente, no los encontrarás con mucha tierra, pero si es el caso, esta es la mejor manera de limpiarlos:
- Déjalos en remojo. Si el método de limpieza en seco con el cepillo no es suficiente, puedes dejarlos en remojo en agua fría un par de minutos, no más.
- Cepíllalos. Pásales el cepillo mientras están sumergidos en el agua.
- Sécalos. Cuando veas que ya están lo suficientemente limpios, sácalos del agua y dales inmediatamente unos golpecitos con unas toallas de papel para secarlos y evitar que absorban agua.
Recomendaciones extra
Además de limpiarlos adecuadamente, es importante tener en cuenta algunos consejos relacionados con la forma de conservarlos y de cortarlos para su cocinado.
En primer lugar, después de limpiarlos, si no vas a utilizar los champiñones inmediatamente, guárdalos en la nevera y cúbrelos con papel de cocina. Esto ayudará a mantenerlos frescos por más tiempo.
Por otro lado, te aconsejamos que no peles los champiñones, ya que al hacerlo estarías renunciando a los nutrientes que se encuentran en la piel. Además, estarías alterando su sabor y textura.
Ahora bien, si necesitas quitar partes dañadas o son champiñones muy grandes y necesitas trocearlos, usa un cuchillo afilado para que los cortes sean lo más limpios posible.